.

Mi forma prohibida es libertad,

vivo encadenado en tu pecho.

XII

Rosa marchita, mal acompasada

que un día rodeada de espinas

ahora dejas pétalos, por las esquinas

de esta humilde morada.

Ya no te pertenece,

lo que un dia fue ya no es,

que no hay dos sin tres,

que todo perece.

Ahora de otros pensamientos vuelo

con cierto revuelo,

por los caminos del tiempo que pasó

 y que no me acompañó.

XI

La calma la tempestad aguarda,

ese aliento que corre

que sale de tu boca y ansío,

terral de aire frío que recorre

y hace de mí, un títere de tus cuerdas,

no soy más que una marioneta de tus suspiros.

X

Vientos sin rumbo te alcanzaron

vientos que conciencias envenenan,

te dejastes llevar por ellos,

como el viento y marea arrastras,

lo que un día eras, 

hoy queda sobre mí.

Las ilusiones,

murieron por las penas.

IX

Cuando sales al balcón,

se me sale el corazón,

y empañas los cristales de mis ventanas.

VIII

Quiero surcar un velero por los mares de tu tez,

que la calidez despliege las velas de esta nave

que tiene tierno capitán de tozudez.

Navega, haciendo camino, abusivo y divino,

por las olas de tu piel.

VII

Si no te puedo tener;

Para qué encapricharme de tu ser,

no quiero ser menos que tu sed.